¡PUES QUE SE ESCONDA!

Quitémosle hierro al artículo sobre el culto al cuerpo. Echémonos una risa con este chiste gráfico que por tópico pierde todo sentido peyorativo.

DEFENDER LOS COLORES

Mírenlo bien, señores, porque este gallego menudo y vivaz, es una referencia inexcusable para todo aquél que ame o guste del buen fútbol. Es Amancio Amaro Varela, capitán durante años del Real Madrid. No ganaba una fortuna desmesurada, no hacía publicidad, no era metrosexual ni se hablaba de su vida privada: JUGABA AL FÚTBOL, ¡Y CÓMO! Y amaba a su equipo, tanto es así que sigue vinculado a él. Eso sí era deporte y amor por unos colores.

Vaya en estas líneas mi pequeño homenaje a un futbolista admirable.

Mi culto al cuerpo (es decir, al mío)

Tengo cuarenta años y eso es lo que quiero parecer, una mujer de cuarenta años, y no una máscara inalterable sin edad. Tengo arrugas de expresión; pues sí, y me han salido justamente porque soy muy expresiva, que es, precisamente, uno de mis atractivos. Me niego a machacarme el cuerpo en un gimnasio, ¿para qué? ¿para intentar mantenerlo joven? Si ésa es una batalla perdida... Prefiero que vaya envejeciendo a su propio ritmo, así podré ir asumiéndolo, que no envejecer luego de golpe y llevarme una impresión de órdago a la grande. Me niego a contar las calorías de todo lo que como. ¡Que viva el lacón con grelos, y el pote gallego, y el cocidito, y la paella, y unas buenas croquetas, y las copas de chocolate y nata, los helados, los bombones!¡Que vivan la tortilla de patatas y los bocatas bien cargados de embutido! Pero qué esclavitud más tonta; no quiero vivir pendiente de los centímetros que aumenta mi cintura, ni de las canas que van saliendo aquí y allá. Yo también practico el culto al cuerpo, pero a mi manera, dándole todo lo que me pide, pero con moderación, aceptándolo como es y disfrutando de él así. Sí, sé que soy un bicho raro, pero estoy a gusto con mis años, con mis kilos, con mi celulitis, ¡qué le voy a hacer!

Sabia medida

Sabia medida la que ha tomado este infante. Dí que sí, criatura, ¡para lo que hay que ver!

LA PRINCESA TRISTE

En esta novela de la autora Ana María Moreno Fernández podemos encontrar una sabia combinación de técnicas narrativas y una historia con la que de algún modo todos podemos sentirnos identificados. Además (y aquí viene un guiño al lector de este blog) si tienes penas de amor, su lectura es una auténtica catarsis. Recomendable. Se puede descargar en dos formatos diferentes desde

http://www.librosenred.com

YO LO VI PRIMERO

El título es un aviso para lagartas. Sí, bonitas, yo lo vi primero y por eso me lo quedo. Lo de enseñaros la foto no es por compartirla, es para que os corroa la envidia. Cara, cuerpo, talento... este hombre lo tuvo todo. ¿Dónde hay otro ejemplar como éste, que me lo compro?

DE VERDAD DE LA BUENA

Nada de publicidad engañosa. De verdad de la buena. No hay otro mejor. Después de tantos años, no hay pegamento que haya superado a éste. Eficaz cien por cien... Y no hablemos de su olor...

CALEIDOSCOPIO

Metáfora visual de la realidad en la que nos vemos inmersos. Siempre son las mismas piezas, un movimiento o conmoción basta para alterar su posición en el espacio y cambiar la realidad.

DETENIENDO EL TIEMPO

Ése es el título de esta obra de Bob Lescaux. Imagina por un momento que has logrado detener el tiempo. ¿Qué harías con él? ¿En qué emplearías todo el tiempo del mundo? Aún así, ¿no te faltaría tiempo?

AL CÉSAR LO QUE ES DE CHEVALIER

Puntualicemos: me han alabado la frase "contemplar una obra de arte sin sentir deseos de poseerla". No es mía, sino de un anciano Maurice Chevalier que siempre admiró la belleza. No sé si la cita es exacta, pero es así como yo la recuerdo. Por lo tanto, al césar lo que es del césar y a Chevalier el mérito de la acertada frase.

MÁS DE CROMOS

Lo hice, lo conservo y era y será uno de mis favoritos, junto con Fans. Corría el año 72 y lo lanzó Panrico. Ahora, los niños intercambian los de las colecciones Pokemon. Vean y comparen.

Atardecer en Costa Adeje

No se puede decir que esto sea un artículo. No lo es, realmente. Sólo quería compartir con los lectores de este blog un precioso atardecer tinerfeño, el sol desapareciendo tras la nube en el horizonte atlántico.

De Santos

¿A cuál de ellos recordarán los lectores de este blog? ¿A Roger Moore, el primero y genuino? ¿A Ian Ogilvy, que lo reinterpretó con mucha clase algo más de una década después? Hasta que descubrí la verdad histórica, la que nos corroboran los datos, El Santo que yo conocía era Ogilvy, y seguirá siendo el que conozco, porque a Moore no tenía edad para verlo en este papel y aún, que yo sepa, no han repuesto la serie original. Como veis, no puedo establecer comparaciones. Pero ¡cómo me gustaba Simon Templar, Ian Ogilvy! ¡Qué clase! ¡Qué estilo!

POR PIERNAS

Soy mujer, heterosexual y, que yo recuerde, jamás he sentido atracción sexual por ninguna otra congénere, lo cual no me impide reconocer la belleza en otras féminas. Es como contemplar una obra de arte sin sentir deseos de poseerla. Pero siempre ha sido un tabú entre los hombres el reconocimiento de la belleza en otros varones: pues no, señores, reconocer la belleza o el atractivo de otra persona no implica deseo sexual. Y la homosexualidad no tiene por qué ser denostada y ocultada.
A ver quién es el guapo que no sabe apreciar la belleza de estas piernas femeninas. Cochina envidia es lo que yo siento al verlas...

¡Hala, Madrid!

Camacho, jovencísmo; el hacha Benito, de Puente del Arzobispo; Miquel Ángel, gallego de Ourense; el caballero Del Bosque; Rubiñán; Breitner, el alemán que antes jugó en el Bayer de Munich; Aguilar; Santillana (¡qué goles de cabeza!), el oriundo (así se los llamaba entonces) Roberto Martínez, argentino; otro alemán, Netzer, éste llegado desde el Borussia; y Velázquez, con el brazalete de capitán. Menuda alineación. Ya quisieran los galácticos...

Más cosas de la publicidad

El cachas hortera de la ilustración inferior no necesita presentación, se nos cuela en casa desde la tele con frecuencia ofensiva para convencernos de que determinado producto de limpieza es inmejorable. La pregunta del millón es: ¿ésa figurita que parece de marfil, a quién representa?¿Será sir Lancelot?¿Algún otro caballero de la corte artúrica? Pues no, y como creo difícil que nadie lo recuerde, al pobre caballero, no me demoro más en desvelar su identidad: el "EL CABALLERO BLANCO DE AJAX, EL MÁS PODEROSO". Vamos, que entre uno y otro no hay color.

Cosas de la publicidad

De la rubia difuminada sosteniendo la copa de cerveza con el logo de la marca, al repartidor de visera que recala con su carga en un bar ¿americano? donde la inminencia de San Miguel les inspira la petición a tiro limpio del Paquito. Ya ha llovido entre uno y otro...

A propósito del mundial

En el caso de este chiste, no se trata de un mundial, ni de una selección, se trata simplemente de ¡fútbol!, ese negocio en el que participan unos señores que antes de levantarse de la cama ya han visto aumentar sus caudales en unos cuantos kilitos, esos señores que le llaman trabajo duro a correr detrás de una pelota. Como dice alguien a quien leo ( http://worldcup06.blogs.terra.es ) una de las cosas buenas del Mundial es que al menos en él si se está viviendo el fútbol como deporte, que es lo que debería ser.

Cuando el fútbol era un deporte

Entonces el fútbol era fútbol, es decir, un deporte; el Real Madrid era entonces caballero del honor, noble y bélico adalid, y, efectivamente, triunfaba en buena lid defendiendo su color. Ahora el único color que importa es el del dinero. Menos figuras y más gente con ganas es lo que necesita el fútbol actual.