Leo la última entrevista hecha a Ana García Obregón. Se publica en Diez Minutos, número 2.857, fechado el 24 de mayo del 2006. Si quieren reírse, léanla; absténganse los que padecen de vergüenza ajena. En dicha entrevista, concedida con el fin de presentar su serie "Ellas y el sexo débil", deja caer perlas como éstas:
- "Me han dejado pensar durante un año. Y dejarme a mí pensar es muy peligroso"
Supongo que para la salud mental del que sufra los resultados de tan laborioso acto, o sea, el futuro espectador de la serie. Y para tí, guapa, que no estas acostumbrada y, claro, pensar durante todo un año es mucho más que una sobredosis, el cerebro se te desintegró del esfuerzo a las tres horas y media, me ha comentado una fuente fiable.
Otra:
- "Lavar los platos me relaja muchísimo"
Pues hala, guapa, si no fuera porque tengo lavavajillas, te diría que vinieras a lavar los míos: desayuno, comida, merienda y cena de cinco personas. Verás qué relajante, mejor que el spa.
Yo comprendo que, cuando se hace una vez al año, puede ser hasta divertido, por lo inusual, pero cuando se tiene que hacer por obligación dos o tres veces al día un día tras otro, te relaja tanto que romperías los platos si no tuvieras que gastar luego lo que no tienes en comprar otros.
Va la tercera, que es la respuesta a la pregunta de si le gustaría volver a ser madre:
- "Me encantaría, pero no sé cuándo (hasta aquí, tiene un pasar, pero lean lo que añade) Como los genes del hombre se deterioran a partir de los 40 años, tendré que elegir a una persona más joven"
Por no sacarle más punta, bonita, no entro en lo de "persona", que podría interpretarse a gusto de todos, pero, mira, si lo que quieres es que te alegren y que te arreglen el cuerpo búscate un chavalito en plenas facultades y a disfrutar; ahora, si lo de la maternidad lo dices en serio, piensa monina, que la menopausia imposibilita fisiológicamente un embarazo, y no hace falta ser bióloga para saberlo.
Ah, guapa. No te empeñes, que entre Rita y tú, cualquier parecido es cosa de ciencia ficción (y esto, para quien no lo sepa, se lo digo por la comparación que hace la revista de sendas fotos de Anita y la inconmensurable Rita Hayworth)