ARMAS OFENSIVAS
Mira, corazón, no quiero pensar qué ocurriría si se te cayera la toalla que tan cuidadosa y estratégicamente llevas enrollada a la cintura. Sofocos nos dan ya de verte de esa guisa empuñando un arma menos ofensiva, seguro, que la que pudorosamente ocultas. Este ni sí ni no nos tiene en un sinvivir que no imaginas, y hablo en plural porque lo hago por boca de muchas que no pudiendo o no atreviéndose a expresarlo, experimentan lo mismo que yo a la vista de semejante monumento cinético. Querido, no es preciso que la toalla caiga, tú sigue dejando a nuestra imaginación el trabajo de desvelar lo que esa felpa guarda bajo su mullido tacto, que el pensamiento es libre. Sin más que decirte, se despide de ti con un suspiro (interprétalo como gustes) UNA ADMIRADORA.
1 Comments:
Y digo yo, pena por qué, si en definitiva, los lleve o no, la toalla no se le cae en la escena y la imaginación es libre...
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