mimismidad

De todo un poco y sobre nada en concreto. Así como es cada cual, pura contradicción. ¿Para reír o llorar?. 1965, Generación VIP: VA POR ELLA

Google
Nombre:
Lugar: Spain

DE FORMACIÓN: FILÓLOGA DE VOCACIÓN: ESCRITORA DE PROFESIÓN: ENTE INEXISTENTE

24 enero 2006

Maruja, peor que nada

Soy ama de casa, o sea, nada. Soy imprescindible pero no existo ni para el Estado ni para la sociedad. No tengo entidad legal, no tengo entidad jurídica, no tengo contrato, ni derechos, ni siquiera sueldo. Si enfermo, la baja es una entelequia. Mis jornadas son completas, pero en sentido literal, o sea, disponibilidad absoluta las veinticuatro horas del día. Mis funciones, múltiples: no soy nada, pero ejerzo de todo, de limpiadora, de cocinera, de administradora, de chica de los recados, de chófer, de contable, de niñera, de telefonista, de enfermera, de encargada de lavandería, de pedagoga, vamos, que no tengo profesión reconocida pero ejerzo una docena contadas por lo bajo. ¿Cuál sería mi sueldo si se valorara a precio de mercado laboral? ¿Cuánto dinero se ahorra el Estado a mi costa? Y aquí ya empiezo a generalizar, porque mi caso es el de todas las marujas, maris y manolis de este bendito país, que, muy moderno y muy europeo, y viva que ya tenemos euro y bodas gays, pero en cuestiones de política familiar el suspenso es con calificaión de muy deficiente. Política familiar: nula, no existe. ¿Cómo va a existir si no empiezan por reconocernos, maris de España? Pues eso, que viva la modernidad, que viva el progresismo, pero a nosotras que nos den morcilla, que no es progre ni moderno eso de ocuparse personalmente de la educación de los hijos y de la buena marcha de la casa. Es in pasarse el día entero fuera y pagar a extraños el sueldo que se gana para que se ocupen de lo que un padre o una madre podrían hacer mucho mejor. Y es que señoras y señores, amigos, España sigue siendo diferente.

1 Comments:

Blogger xOsedorrio said...

La situación de desamparo en que se encuentran los o las amas de casa es ciertamente delicado. Pero ¿como lo resolverías? ¿igualando en derechos a un trabajador? Cualquier trabajador tiene un jefe que lo controla y si no hace bien su trabajo, lo echan. ¿y a un o una ama de casa? ¿quien controla que haga bien su trabajo? ¿y si lo hace mal? ¿si lo niños suspenden? ¿si no pasa la prueba del algodón? ¿la echaría el estado a la calle, la mujer o el marido? ¿perderían sus derechos?

Es un tema muy complejo. Es cierto que ser ama de casa es un trabajo ingrato. Deberían tener los mismos derechos que un trabajador y cuando estén de baja, poder disponer de un asistente social, que le sustituya... Pero como a cualquier trabajador, debe exigírsele resultados, y así esta el problema: ¿como se cerciona el estado de que una ama de casa hace bien su trabajo?... porque estaremos de acuerdo de que no todas/os lo hacen bien.

12:26 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home