Blogadicción

Pues eso, que acabo de descubrir esto de los blogs (me confieso semianalfabeta en cuestiones informáticas) y me he enganchado. He caído en la bloggadicción. Eso hasta que hagan una ley antiblogs, porque parece lo último de lo último la persecución de los vicios. Vamos, que a los ministros les pones un trajecito de diseño y ni Miami Vice. Zapatero en plan Sonny Crockett (pues vaya, no sé si se escribía así, pero me entendéis, ¿no?) y la ministra/o de Sanidad, estilo Ricardo Tubbs, que era lo más. Eso sí, al teniente Castillo, silencios elocuentes, no le busco clon porque era mi ídolo y no le voy a comparar con nadie de semejante cuadrilla. Si nos quitan los vicios confesables, qué nos queda. De cabeza al Chicago de los años 30 y que vivan los eeuu. Está bien eso: los vicios, en privado, pero que en público parezcamos un rebaño de ñoños (olé la eñe). Y a seguir con el falso puritanismo y con la más estúpida hipocresía.