Fandangos (2)
Al hombre yo le comparo
con un coche acelerao
que si le fallan las marchas,
amigo, te has estrellao.
Al hombre yo le comparo
con un abrigo de piel,
que se usa en el invierno
y luego te olvidas de él.
Al hombre yo le comparo
con un grano de mostaza,
que pica, pica y te pica
y al que le pica se rasca.
Al hombre yo le comparo
con la buena mermelada:
comer un poco da gusto,
comer mucho te empalaga.
Próximamente, más.